A vueltas con la nariz de Letizia

Ya me lo dijo un amigo: ¿Y si a Letizia nos la han cambiado por una agente secreto de una potencia extranjera? Nunca se habían llenado tantas páginas y programas de televisión a costa de un pedacito de apéndice nasal. No ha habido entierro para el caballete principesco. No ha sido llevado al panteón del Escorial, fantasía  esta que rondaba por mi cabeza desde hace días..  Ya me imaginaba yo a la nariz desfilando frente a la guardia de alabarderos al son de una marcha militar.

Un amigo mío, experto en retoques estéticos, me ha dicho que en estos casos se lima solo el  hueso.  Y la piel, que a la edad de la Princesa se  supone tersa, esponjosa  y  flexible, se adapta sin problemas a su nueva estructura ósea. No conviene al principio sonarse muy fuerte, por si acaso. El caso es que no han quedado reliquias dérmicas , tan sólo unas virutillas óseas.

Cuanto más observo la nueva nariz menos me gusta. Tampoco a Sabino Fernández Campo, a quien ya se le ha ido no la olla, sino la batería completa de cocina y hasta la termomix. La noticia  la he visto en un divertidísimo reportaje de Telecinco.

En el estreno de la obra de teatro de Gustavo Perez Puig, ‘La decente’, se permitió hacer una broma parecida a la que ha hecho la revista El Jueves… No sólo felicitó al Príncipe porque «parece que se ha casado con dos personas distintas» sino que atacó el verdadero punto flaco de las facciones de la Princesa de Asturias. «La habrán operado, comentó, porque temían que se le juntará la boca con la nariz». Y yo me pregunto  ¿Con monárquicos como éstos, son necesarios los republicanos? Os recuerdo que el Rey no quiso perderse el último cumpleaños del viejo General.

El Jueves

El Jueves

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