Madonna, Sean Penn, Baudelaire y un beso

EL VAMPIRO

Tú que, como una cuchillada,
Has entrado en mi corazón quejumbroso;
Tú que, como una manada
De demonios, enloquecida y adornada, viniste,
De mi espíritu humillado
A hacer tu lecho y tu dominio;
Infame a quien estoy ligado
Como el forzado a la cadena,
Como al juego el jugador empedernido,
Como el borracho a la botella,
Como a los gusanos la carroña,
¡Maldita, maldita seas!.

He rogado a la rápida espada
Que conquiste mi libertad,
Y he dicho al pérfido veneno
Que socorra mi cobardía.
¡Ay! El veneno y la espada
Me han desdeñado y me han dicho:
No eres digno de que te liberen
De tu maldita esclavitud,


¡Imbécil! si de su imperio
Nuestros esfuerzos la libertad de dieran,
¡Tus besos resucitarían
El cadáver de tu vampiro!
 
  

 

 
 
 

 

He encontrado en una noticia relacionada con Sean Penn y Madonna la excusa perfecta para colgar este poema, uno de mis favoritos, escrito por Charles Baudelaire.

Sean Penn y Madonna

Sean Penn y Madonna

 
Lo primero que hizo Sean Penn cuando besó a James Franco en la película Milk fue enviar un mensaje a su ex mujer en el que le decía que al rodar la escena, sin saber por qué, pensó en ella.
 

 

La relación entre Madonna y Penn fue intensa y muy destructiva, especialmente para el hijo del cineasta Arthur Penn. Como en el último párrafo del poema, hasta los besos que ha dado a un hombre han resucitado el «cadáver» de Madonna.